La historia detrás de la colección Raiz
Llevo un año y medio viviendo en Valencia con mi marido y mis tres hijos pequeños. Pero la historia de hoy no va de eso. Trata de cómo yo, una arquitecta con más de diez años de experiencia y un negocio en mi ciudad, empecé a crear joyas. Y, por si fuera poco, ¡soy de esas personas que no suelen llevar más que su anillo de bodas!
Hoy quiero contarte cómo yo, una arquitecta con más de diez años de experiencia y un negocio propio en mi país, empecé a crear joyas. Y lo curioso es que, hasta hace poco, ¡ni siquiera solía llevar más que mi anillo de boda!
No voy a hablarte de técnicas de joyería. Hoy quiero hablarte del deseo profundo de crear piezas con significado y ofrecerlas a quienes sienten que pueden acompañarlas en su camino.
Un paseo, un hallazgo, una chispa
Amo el fuera de temporada en Valencia. Las playas están vacías, desordenadas, sin maquillaje. Es cierto que hay más basura, no tanto por los turistas, sino por lo que el mar escupe como puede tras una temporada intensa.
Caminando entre Patacona y Port Saplaya, en un tramo menos arreglado, me emocionó encontrar un sinfín de vidrios de mar, de distintos colores y formas.
Sí, también encontré una alfombra, plásticos, mucha basura… pero entre todo eso, vi una pequeña pieza blanca y rosada, bellamente esculpida y llena de detalles. Pensé que era coral.
¿Qué iba a saber yo? Crecí en la ciudad, y mi contacto con la arena era solo en obras en construcción. Nuestra infancia se alegraba cuando aparecía un montón de arena, grava y alguna grúa sin vigilancia.
De vuelta en casa, busqué en internet para entender qué era esa cosa tan curiosa. Me costó, pero encontré imágenes similares. Resultó no ser coral…
Era un percebe.
¿Qué puede enseñarte un crustáceo?
Me fascinó al instante. Los percebes son criaturas marinas que se aferran con fuerza a cualquier superficie: rocas, conchas, barcos, botellas, incluso a otros seres vivos. Y una vez se agarran, no hay forma de quitarlos.
Viven toda su vida cabeza abajo, comen con los pies, y—dato curioso—tienen el órgano reproductor más largo en proporción al cuerpo del reino animal (¡hasta ocho veces su tamaño!), lo que les permite fecundar sin moverse de su sitio.
Pero lo que más me impactó, quizás por mi mirada de arquitecta, fue esto:
los percebes construyen su caparazón desde dentro.
Nunca lo abandonan. Crecen capa a capa, desde su interior.
Y eso me tocó.
Porque así crecemos las personas también.
Desde adentro.
Nos desarrollamos en silencio. Nos aferramos a lo que importa.
Crecemos en medio de las corrientes, sin soltar nuestras raíces.
Del asombro al diseño
Sentí una conexión inmediata con esos pequeños seres.
Yo también acababa de llegar a un nuevo país. Estaba aprendiendo a adaptarme, a construir algo nuevo desde mis valores.
Así que aprendí a esculpir en cera.
Encontré un taller en Valencia donde, mediante la técnica tradicional de cera perdida, pudieron convertir mis diseños en joyas de plata reciclada.
La primera pieza fue el Anillo Raíz. Y después de él, llegaron un colgante, un collar, una pulsera, unos pendientes...
Colección Raíz: una oda al crecimiento interior
La Colección Raíz está inspirada en los percebes—en sus formas, en su resistencia y en esa fuerza silenciosa que los define.
Cada pieza recuerda la arquitectura de estas criaturas. Son diseños orgánicos, con carácter, que simbolizan la fortaleza interior que todas llevamos dentro.
Están pensadas para mujeres conscientes, fuertes, conectadas con la naturaleza y con su propia historia.
Mujeres que saben que la resiliencia no siempre hace ruido.
A veces, es la voz serena que dice: “sigue adelante.”
Más que joyas: una forma de celebrar la vida
La colección Raíz es perfecta para regalar (o regalarte) en momentos importantes:
🌱 Graduaciones – Nuevos comienzos, raíces que se afirman, fuerza para avanzar.
🌿 Cumpleaños – Un recordatorio de tu crecimiento y de lo lejos que has llegado.
💍 Aniversarios – Una metáfora de la adaptabilidad y la resiliencia en una relación duradera.
🌊 Logros personales – Como amuleto de poder interior, transformación y autenticidad.
Una nueva etapa, una nueva voz
Jamás pensé que me convertiría en diseñadora de joyas.
Pero la vida te transforma—igual que las olas moldean el vidrio marino, o los percebes crecen en silencio desde su caparazón.
Hoy sigo teniendo la mirada de arquitecta—pero ahora la aplico en formas pequeñas, íntimas y profundamente personales.
Trabajo con materiales reciclados y elementos naturales. Cada pieza está hecha a mano en Valencia, con amor, cuidado y un compromiso firme con la sostenibilidad.
Te invito a descubrir la colección
La Colección Raíz es una invitación a mirar hacia dentro, a reconectar con lo esencial, y a celebrar la belleza de la naturaleza y nuestras propias historias.
Sea para ti o para alguien especial, que cada joya te recuerde lo fuerte que eres.
Y la próxima vez que pasees por la playa en invierno… mantén los ojos bien abiertos. Nunca sabes qué pequeño tesoro puede cambiar tu vida.